Cada sustancia tiene su propio valor de calor específico, por lo que cada uno requerirá distintas cantidades de calor para hacer que una misma cantidad de masa
eleve su temperatura en 1°C.
Para comprender esta definición, el significado del calor específico, se lo puede considerar como la"inercia térmica", recordando que el término de inercia se
usa en la mecánica para denotar la resistencia que opone un objeto a los cambios en su estado de movimiento. De igual modo,
el calor específico representa la inercia térmica porque denota la resistencia que opone una sustancia a los cambios de
temperatura:
Ejemplo: Si se calientan masas iguales de agua y de aluminio, el aluminio se calienta mucho más rapido que el agua; y si se les interrumpe el suministro de calor al
mismo tiempo, el aluminio se enfría más rápido que el agua. En este caso, el agua presenta una mayor cantidad de calor específico que el aluminio, ya que requiere más calor para elevar su temperatura y se demora más tiempo en asimilar los
cambios de temperatura (tiene más "inercia térmica").